En estos días en donde aparentemente no hay tranquilidad, se me viene a la mente una frase: Mantener buenas relaciones. Y es que desde los hechos sucedidos en la glorieta de la paz y otros asuntos de índole personal me han hecho escribir estas líneas.
Las diferentes relaciones que entablamos a lo largo de la vida son exageradamente diversas, desde compañeros de trabajo, amigos, familia, conocidos y un largo etc. Los diferentes grados en los que nos relacionamos permite que seamos de alguna forma “diferente” con ciertas personas, aunque somos él/la mismo(a) en esencia. Lo que quiero decir es que la forma en la que nos comportamos depende de factores como la confianza, el respeto y el afecto.
Las relaciones entre los seres humanos son estúpidamente complejas, por qué intervienen muchísimos factores, pero algo que siempre ha caracterizado una buena relación es el respeto y la tolerancia. Bueno… ahora que lo pienso, debo definirles que es una buena relación.
Así que pasados a este párrafo, describiré lo que me parece una buena relación; y no es aquella que entablamos únicamente con los seres que creemos allegados a nosotros, sino debería ser también con todos aquellos con los que hemos tenido la fortuna o desgracia (se los dejo a criterio de ustedes) de cruzarnos en el camino amplio de la vida. Aunque este demás decir que las malas relaciones se basan en el odio hacia alguien y la poca capacidad de diálogo que poseen ambas partes para solucionar problemas, las relaciones que salen adelante son aquellas que por el contrario, las partes logran conciliar en cierto modo. Es bien sabido que tenemos distintos gustos, ideas, perspectivas, religiones; en pocas palabras somos diversos.
Pero parece ser que asociamos a la gente que nos desagrada con las malas relaciones, pero y ¿si en vez de dar razones y hacer cosas para que esa gente y esa relación nos desagrade más, empezáramos a dar razones y hacer cosas para que esa relación sea menos desagradable? Sí, sé que tal vez están pensando y ¿Cómo fregados hago eso Aarón? Bueno pues todo está en lo que comentaba en párrafos anteriores: Tolerancia y respeto. Y es qué no importa que el compañero de atrás te caiga mal, lo importante es hacer todo lo posible para que esa relación sea una buena, escuchando, dialogando y entendiendo el porqué de las situaciones; en muchos aspectos eso evita problemas.
En mi experiencia diría que prefiero mil veces, y lo digo con toda honestidad, que alguien me diga mis aciertos, pero que también me diga mis errores, que esté en los buenos momentos y en los malos, que comprenda lo dulce de la vida y lo amargo que puede ser a veces esta, que sepa que en este mundo todos tenemos un lado bueno y uno malo. Y que a pesar de eso comprenda que así es el ser humano.
Por eso amigos lectores, los invito a que después de leer esto lo apliquen con sus amigos, conocidos, familia, pero sobre todo con la gente que les cae mal. Los incito sobre todo a estar abiertos a nuevas ideas , a escuchar nuevos pensamientos, a informarse Y más que nada al diálogo.
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