Anécdotas de un mundo sin sentido..

D espués de algunas  noches durmiendo placenteramente y días procrastinando  mis deberes, encontré en el baúl de una mente con recuerdos, alguna vaga idea de qué hacer mientras estoy ocupado no haciendo la tesis. Ayudado por una página de Animes online y por el deseo inconsciente de no hacer lo que debería hacer recordé una serie que había llamado mi atención, no por el contenido de sus reseñas si no por el autor de dicha serie. Estoy hablando del magnífico  Satoshi Kon (quién abandonara este mundo un 24 de agosto de 2010)  en alguna ocasión ya he hablado acerca de este gran artista japonés, sus trabajos en la animación siempre han tenido un toque característico. Desde que dirigió su primera película de animación, Perfect Blue, los elementos en sus trabajos han sido recurrentes, tal es el caso de la serie de animación titulada Paranoia Agent. Para los que todavía no se adentran al mundo de Satoshi Kon les platicaré brevemente; las películas de Satoshi Kon se caracterízan por t

Me pregunto ¿Hasta que edad dejaré de saber todo esto? Y ¿por qué si lo sé todo no puedo decirlo? ¿Qué tiene Dios en este plan perverso? ¿Será que el objetivo de la vida radica en descubrir todo esto que ya sé pero que olvidaré?  Hay muchas dudas; como ¿existe vida en otros planetas? ¿de dónde venimos? ¿cómo se hizo el mundo? ¿Por qué la gente grita cuando una pelota toca una red? ¿A qué sabían los dinosaurios? ¿Cómo se tallaron y se movieron los Moai's en la isla de pascua? ¿Cómo se construyeron las pirámides de Gizeh?.. Hay explicaciones para todas, algunas son más sencillas que otras. Quizá la gente no entienda de estas cosas, están acostumbrados a buscarles explicaciones y cuando éstas son simples piensan que hay una especie de truco; que no puede ser cierto... y entonces complejizan todo. Ojalá sea una vida buena, no puedo predecir lo que haré, pero al menos podré intentarlo, qué tocará esta vez... ¿Swahili? ¿Italiano? ¿Inglés? ¿Ruso? ¿Japonés?  Debe ser complicado, pero

- ¿Qué pasó con esos días en los que solía escribirle? - Es sólo que estoy ocupado... - ¿Estás seguro que es sólo eso? - Tienes razón, no es sólo eso... Debe haber algo más; por ejemplo el hecho que estoy lo suficientemente contento como para escribirle... -No creo que tenga algo que ver el ánimo... Bueno, sí. Pero ¿Cómo es eso de que se siente demasiado feliz como para escribirle? -En todo este tiempo, 3 años para ser más exactos, me he percatado que no sirve escribir de ella cuando uno está eufórico, cuando cree que lo tiene todo a sus manos. Existe entonces una especie de confianza o engaño, no sé como describirlo. Pero puede engañar al cerebro. Las mejores cosas que he escrito sobre ella, siempre ha sido cuando estoy triste, cuando no me corresponde... Es una relación poco beneficiosa para el corazón y demasiado positiva para la escritura, mi sufrimiento ante ella me motiva a escribirle. -¿No cree usted que es un poco raro todo ese asunto? ¿Por qué el esta