Día nublado, viernes por la tarde, el aire fresco y el olor a humedad inundaban el ambiente. Yo Ahí, vestido con un pantalón de mezclilla, unos vans y una camisa gris disfrutaba del día, cantando, paseando, recordando viejos tiempos, fue así que llegue a aquella calle donde, no hacía mucho tiempo había pasado algunos de los momentos más maravillosos de mi corta vida; cuando una duda me inundo:
¿Qué pasaría si las paredes hablaran? Sólo con el simple hecho de pensarlo mi imaginación empezó a trabajar. Tal vez aquellas estructuras, ya dañadas por el tiempo, habían sido testigo de los sentimientos verdaderamente puros de los humanos. Mientras mi mente trabajaba en la respuesta más y más dudas surgían ahora me preguntaba ¿Si es así quienes habían pasado por esas paredes?,¿qué tipo de historias nos contarían?; seguramente por sus paredes habrían pasado un sin fin de generaciones, modismos, géneros musicales, peinados, formas de vestir, amores, desamores, odios, discrepancias, creencias, cientos o tal vez miles de personas diferentes, tanto que resultaba difícil para cualquiera saber con certeza cuantas historias se escondían en esa calle. Era así como otra dudo había recordado que, tiempo atrás, me encontraba justo en el mismo lugar donde todas estas preguntas me llegaban y me traían un sinfín de emociones tanto gratas como nostálgicas. Después de ese momento de reflexión. Algo era seguro. Aquellas paredes tenían mucho que contar; pero nadie interesado en escucharlas.
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