- Alguna vez me contaste que te atraían las niñas, ¿siempre ha sido así?- dijo Esteban mientras exhalaba el humo del habano.
- Es algo extraño, sabes... Desde que tenia 13 años siempre ha sido así. Pero uno no se da cuenta de esas cosas porque está creciendo. Es decir es normal que un chico de 13 se fije en alguien de 11 o hasta de 10. Nadie hace un pancho porque sea mayor, ya sabes "son solo niños"- hizo comillas con las manos.
Iván y Esteban se habían conocido cerca de 15 años atrás, ambos estaban en el bar El Guacamayo, uno había roto con su novio. El otro solía visitar el bar los viernes por la noche.
Ese día llovía, era como la escena cliché de una mala película de drama. Iván caminaba solo por la calle 22. El agua le había deshecho el peinado y el cabello le caía en la cara de un modo grotesco, sin embargo él no le tomaba importancia. Estaba demasiado ocupado pensando en Daniel... Su ex, ese que le prometió salir del closet para casarse en el extranjero y luego vivir en paz en una sociedad moderna como Amsterdam o algo por el estilo.
A lo largo de sus 15 años de amistad poco importaba que Iván fuese gay o que a Esteban le gustaran las niñas. Nunca fue un tópico del que se profundizara mucho, y puede ser que ambos se entendían perfectamente ya que ninguno de los dos era irascible y descontrolado.
Fue pasado el año y medio de conocerse cuando Esteban le dijo a Iván que era gay. Fue pasado los 2 años cuando Iván le dijo a Esteban que le atraían sexualmente las niñas. A pesar de ello ninguno de los dos se atrevía a preguntar acerca de lo que ambos habían experimentado como confesiones de amistad. No era porque lo evitaran sino porque siempre hablaban de otras cosas y nunca se les pasaba por la cabeza tratar ambos temas.
Un buen día después de encontrarse por la calle decidieron platicar un poco caminando hacia el parque que quedaba de camino a casa de Esteban, ahí surgió tan placentera, extraña pero interesante plática con la que adornaron y festejaron sus 15 años de conocidos. Esteban sacó unos habanos y le ofreció uno a Iván. Este rechazó inmediatamente; su Madre había muerto de cáncer de pulmón.
- ¿No crees que es difícil vivir con ello?
- Definitivamente, es casi tan difícil como combatir la homofobia. Comprenderás que no le cuento a mucha gente sobre mi parafilia.
- Me imagino... y Debes comprender que si yo te veo haciéndolo o te rompo la madre o te llevo a la policía...
- Lo comprendo perfectamente- Dijo Iván - Pero es curioso, que tenga deseos no significa que vaya hacerlo. Es extraño pero que no voy por la vida mironeando a todas las niñas que me encuentro. De repente pasa y es frustrante, porque sé que está mal y a diferencia de lo tuyo, sin ofender, lo mio nunca será bien visto.
- ¿Debo cuidar a mis hijas pequeñas?
- No seas pendejo, si no soy capaz de hacerlo con una niña que no conozco créeme que mucho menos quisiera hacerlo con alguna de las hijas de mis amigos.
- Pero supongamos que por algún motivo cuentas con los medios y la oportunidad para hacerlo, ¿lo harías?
- Depende mucho de cómo me encuentre, existe la trata de personas en todo el mundo y el turismo sexual, suena muy cabronamente desalmado- Pensó un poco- pero lo haría sólo si estuviese seguro que esa niña nunca saldría de ese estilo de vida. Pareciera que soy un asco de persona, pero por más que quisiera ayudarla no podría.
- Creo entender un poco del caso, me parece que eso es una putada, pero no puedo culparte... Creo que en el fondo todos tenemos mierda en el alma, algunos más y algunos menos, pero mierda al final de cuentas.
- ¿Ha cambiado tu percepción de mi?
Las palabras se incrustaron en el cerebro y se desvanecieron mientras se fundían en un cúmulo de sentimientos encontrados, Estaban no supo que decir, miro al cielo por un instante, luego volvió los ojos sobre los de Iván y sentenció.
- No, en el fondo siempre supe que me desagradaría saber esto sobre ti. Pero decidí seguir explorando... Supongo que así son los amigos, sabes tanta mierda sobre ellos y puedes enterrarlos socialmente hablando, pero no lo haces ¿Por qué?... Supongo que porque te importan demasiado.
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