Es increíble como un mechón de cabello puede dejar a uno estupefacto... Totalmente paralizado pero consciente, es la peor de las sensaciones que he tenido la desgracia de conocer. La piel se te enchina, las pupilas se dilatan, el corazón palpita aceleradamente, una sensación de peso sobrecogedor te invade y extrañamente lo sabes...
"Basta ya de pensamientos estúpidos, suéltate, dilo, no te excuses" por un momento la mente se revela como algo insensato, ¿Decirle? suena muy sencillo. "Hey, Me gustas" y diciendo esto te vuelves y sigues por aquellos pasillos vacíos con rumbo a un salón de clases. Más tarde le miras con cierta dulzura, ella parece haberlo tomado con calma, después de todo sólo te gusta... como te gusta el helado de guanábana , como te gusta mirar las estrellas y la luna llena.... No se vuelve a hablar, ni a tocar el tema, pero pesa y duele. Te conformas con haberlo expresado y te consuelas a ti mismo diciendo que hay otros pájaros en el cielo.... Claro todo es suposición.
Al final supones muchas cosas, pero nunca las expresas. En milésimas de segundo te ves envuelto en variedad de sentimientos que vibran a través de ti. Estás conectado con la situación, de alguna manera te preguntas cómo ha sucedido... ¿Serán las vibraciones místicas? ¿alineación de los planetas? ¿ El universo conspirando? Quizá sea sólo una coincidencia... tu percepción sensorial se ha vuelto tan sensible a ella que podrías reconocer su olor a metros de distancia.
Pronto lo resuelves en tu mente, debes tranquilizarte, ante el poco campo visual que te ha otorgado, ves como se pierde entre un mar de gente y movimientos extraños un mechón de aquel cabello negro y una silueta cargada de dulzura y de ternura que te hace perder el aliento y quedarte sin palabras.
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