Uno extraña eso de dormir sus horas... Comer y dormir son los dos placeres más disfrutables de la vida, porque de alguna forma lo hacemos todos los días.
Nunca había extrañado dormir en toda mi vida, y eso ha sido porque siempre he dormido lo que se requiere o lo que he querido. Mi situación actual me permite disfrutar un poco más de los dos placeres.
Es bastante curioso, porque es íntimo y efímero... Más la comida que el sueño. Yo creo que dejar que alguien más te vea dormir en tu habitación (a veces uno no puede evitar hacerlo mientras va hacia su trabajo, su escuela etc) y dejar que alguien te acompañe en la mesa son muestras de amor, cariño y confianza. Y tanto el sueño como el hambre, recuerdan a todos que somos humanos, que tenemos necesidades básicas y que de alguna manera les estas mostrando a esas personas en tu mesa, o que dejas entrar a tu cuarto mientras duermes que no eres invencible.
Déjenme decirles que no cualquiera se atreve a mostrarse vulnerable, no cualquiera se exhibe ante las personas como un débil. Es una sensación inexplicable, pero a la vez relajadora, te transmite una relación de solidez emocional con esas personas, al menos yo no como con cualquiera. Mucho menos duermo en la misma habitación de alguien de quien no termino de conocer cómo es.
Me cago de risa porque antes de ver tu entrada estaba cantando una canción improvisada "Es sábado!..."
ResponderEliminarFíjate que no disfruto tanto comer y no me gusta dormir y diría que no son los placeres en mi vida más chidos.
ResponderEliminarYo extraño dormir y comer con esa persona...
ResponderEliminarMuy bonitas tus palabras. Me gustaron.
Todos tenemos placeres en la vida, unos disfrutamos más que otros...
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