Abres los ojos, mientras se acostumbran a la luz del día tu cerebro empieza a reconocer los colores y los objetos. He visto a mucha gente no reconocer por un margen de 5 minutos el lugar en el que está, independientemente de su estado (etílico o no) y del lugar en el que se encuentren (su casa o algún otro lugar). Me parece interesante como cada persona pone prioridad en reconocer ciertas cosas. Para algunos lo primero son las caras, las facciones. Para otros es el lugar, el color de las paredes, el aroma. Otros tantos, como yo, simplemente lo saben al levantarse... aunque en realidad no sepa cuánto tiempo transcurre desde que abro los ojos hasta que capto la idea del "Estoy en x lugar, con tal o tales personas". ¿Esa conciencia espacial al despertar tendrá algo que ver en cómo miramos el mundo? Ciertamente supongo que dice algo de nosotros...
Parece que en el ámbito de leer somos demasiado distintos; en muchos sentidos creo que la vida es como un libro de cuentos. A parte de que se compone de historias, cada lector entiende una cosa diferente, o le presta atención a distintas cosas. Sin embargo esos detalles también cambian según nuestro estado sentimental.
Se habla mucho de cómo cambia el mundo cuando la gente se enamora, poco se toca el tema de cuando la gente se "desenamora" (sí es que existe el concepto). Sin duda ves la vida de diferente manera. Mucho más cuando el asunto es completamente natural y sin odio de por medio.Suena un poco descabellado lo que diré pero creo que disfruto igual ese cambio de lecturas de cuando uno está enamorado o gusta de alguien a cuando uno se desenamora. El ambiente es distinto...
El aire, la forma en la que el sol cae, esa sensación el pecho, el tiempo para notar otros detelles, la forma en la que piensas en distintas situaciones. Todo cambia un poco... Y no cambia porque no estuviera ahí, sino porque significa de manera distinta para quién la lee. La vida entonces se convierte en un libro con distintos capítulos y con un autor que cambia en estilo de escritura pero que mantiene, en esencia, sus formas.
En muchos sentidos creo que lo que me gusta de la vida es que siempre cambiamos las lecturas aunque leamos el mismo libro.
Comentarios
Publicar un comentario