Siempre es extraño decirle adiós a algo o a alguien que ha tocado tu vida, nadie nunca se plantea esos pensamientos hasta que, por razones que desconocemos, la vida nos pone en esas situaciones y entonces terminamos reflexionando acerca de lo que ha sucedido justo cuando acaba de pasar.
La vida es así de tranquila y de inesperada, tan reflexiva como las situaciones nos lo permitan ser, al parecer es un día normal, lunes 7 am, un despertador suena y despierta a la familia, afuera un murmullo y el canto de los pájaros parece hacer efecto en nosotros; abrimos los ojos. Hoy el cuarto es un desastre, entre basura, regalos, maletas y ropa el cuarto parece desordenado. Recuerdo haberme levantado para desayunar, prendí la computadora a eso de las 8:25 de la mañana, entre el ajetreo había olvidado que mi hermano había salido a llevar a papá al trabajo.
Revisé mis correos electrónicos en busca de tareas asignadas de último momento pero no logré encontrar nada, salvo las ofertas de la Dell y algunas respuestas a mis tweets, mi teléfono suena, recordatorio de algo, no puedo recordar de qué, la mañana se pasa ya son las 9:10 siento que estoy perdiendo el tiempo, pero algo me dice que debo estar en la computadora. Entre el trabajo y las notas perdidas en las que figuran frases importantes como "Salvar a Hyrule!" y "Encontrar la cadenita con el cristo del nazareno" por fin recuerdo qué era lo que olvidaba...
El temor de no tener lista la tarea para la asesoría de mañana me hace sentirme un poco mal, aunque ciertamente no depende tanto de mi no trabajo, sino de mi repentino alzheimer, cronogramas... Es eso lo que debo hacer hoy, pero no sé cómo, ni cuándo... parece una de esas situaciones difíciles en las que uno se ve comprometido; para ese instante un sonido bastante familiar sale de las bocinas de la pc: leo un mensaje, es una amiga a la que aprecio, debe estar desesperada como para pedirme ayuda a mi, son las 11:45, han pasado dos horas y creo que mi cerebro ha estado bastante entretenido como para no notar que ha pasado demasiado tiempo y el trabajo simplemente no se ha hecho. Tomo el teléfono y quedo con un amigo de trabajar para mañana mismo. Será un día apretado.
Entre las ocupaciones de lo cotidiano le veo hacer sus maletas, me siento un poco tranquilo, sabía que este día llegaría, al final ha sido un mes de bastante compañía y de recordar viejos tiempos. Disfrutar de su compañía y hoy por causas de la vida, se tiene que ir nuevamente a embarcarse en esa aventura que comenzó hace ya un año. No importa, yo sé que volverá... La hora llega y entre un imprevisto se nos hace tarde para llegar al aeropuerto, pronto partirá. Primero debemos pasar por papá; afortunadamente él está en el camino, el tráfico no es un problema y la llegada al aeropuerto no tarda más de 10 minutos.Para entonces ya son las 12:30. Una vez dentro de ese edificio los trámites son rápidos...
Lo más duro de la despedida siempre ha sido subir por aquellas escaleras eléctricas y caminar hasta el pasillo dónde se encuentra la sala de espera, es la segunda vez que me toca vivirlo, los sentimientos son distintos a los de la primera, pero siempre queda ese sentimiento de extrañeza, no me da tristeza extrañarlo, me da tristeza que quizá no lo vuelva a ver; es ahí cuando uno piensa acerca de las cosas más banales de la vida y las convierte en el peor problema filosófico que pudiera existir. Hay tantas posibilidades, me distraigo un poco mis padres se despiden, ahora es mi turno ....
- Volveré para Octubre....
La frase se queda en la memoria, la despedida se queda en un abrazo fraternal , de esos que sólo nos damos en ocasiones especiales. Así lo veo partir con su portafolios y una bolsa blanca dónde lleva regalos. Mientras se aleja mi madre se seca las lágrimas, mi padre tiene los ojos vidriosos, yo sólo lo veo caminar... Miro el reloj, son la 1:15. Entonces me prometo a mi mismo que algún día estaré en aquel lugar para despedirme por un momento de mi vida como la conozco y aventurarme a cosas nuevas... Uno de estos días será... Si todo sale bien, tal vez sea en algún día de mayo...
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