¿De verdad la vida es aburrida sin ella? Debería formular las preguntas de otro modo; cuesta a veces darse cuenta que la otredad define mucho acerca de nuestra vida. En mi caso particular debería decir, además , que suelo darle vueltas a las cosas y no porque me duelan. Siempre he tenido un complejo de saber las razones de las cosas. Cuando era niño quería saber por qué el cielo es azul, por qué los padres de las iglesias no trabajaban de otra cosa que no fuese padre, por qué no debía señalar con el dedo a la demás gente... Siempre rodeado de tantos y de muchos por qués.
Al final uno descubre como vivir con ello, pero jamás deja de preguntarse cosas. son esos mismos por qués los que me han metido en problemas, me han solucionado otros; pero sobre todo me han ayudado a comprenderme a mi mismo.
¿Debería entonces empezar a pensar de otro modo o re-formular mis preguntas?; creo que lo que quiero decir en este momento es... ¿Por qué mi vida sería aburrida sin hablar de ella? En gran parte escribo sobre ella, pero no es lo único que "inspira"... El cielo cuando se mueve y trae consigo esas brisas extrañas, las estrellas durante una noche de luna llena, el olor a humedad cuando está a punto de llover. ¿Esas cosas han pasado desapercibidas, o he olvidado cómo apreciarlas?
Hay algo malo en todo esto, creo que había empezado a olvidar cómo disfrutar de las preguntas que me hago, algunas sin sentido aparente... ¿Por qué debe llorar uno en un funeral? ¿ En verdad existe vida en otros planetas? ¿cuántas chupadas se necesitan para llegar al centro de una Tutsi pop?¿Por qué las hormigas no duermen? ¿ Me veré bien con este peinado?. Ese tipo de cosas banales y a veces (muchas) estúpidas.
Aún así hay algo encantador en todo este asunto de las preguntas; por más estúpidas que sean siempre ayudan.
Entonces lo que debería preguntarme ahora es: ¿Por qué no contar mi historia sin ella?
¿Sobre quién debo hablar entonces?¿Sobre mi? ¿Sobre mi poco entendimiento de la sociedad? Da igual lo que diga, ella no volverá de ningún modo a alguno de mis escritos, creo que es la última vez que hablo sobre ella...
Un poco de reflexión. Dos vasos de Coca-Cola. Un suspiro. El parpadeo incesante de los ojos cansados por tanto trabajar. En retrospectiva me pregunto ¿Por qué he llegado a este punto? y luego me contesto a mi mismo como siempre lo he hecho: La vida puede resumirse respondiendo unos cuántos por qués...
Al final uno descubre como vivir con ello, pero jamás deja de preguntarse cosas. son esos mismos por qués los que me han metido en problemas, me han solucionado otros; pero sobre todo me han ayudado a comprenderme a mi mismo.
¿Debería entonces empezar a pensar de otro modo o re-formular mis preguntas?; creo que lo que quiero decir en este momento es... ¿Por qué mi vida sería aburrida sin hablar de ella? En gran parte escribo sobre ella, pero no es lo único que "inspira"... El cielo cuando se mueve y trae consigo esas brisas extrañas, las estrellas durante una noche de luna llena, el olor a humedad cuando está a punto de llover. ¿Esas cosas han pasado desapercibidas, o he olvidado cómo apreciarlas?
Hay algo malo en todo esto, creo que había empezado a olvidar cómo disfrutar de las preguntas que me hago, algunas sin sentido aparente... ¿Por qué debe llorar uno en un funeral? ¿ En verdad existe vida en otros planetas? ¿cuántas chupadas se necesitan para llegar al centro de una Tutsi pop?¿Por qué las hormigas no duermen? ¿ Me veré bien con este peinado?. Ese tipo de cosas banales y a veces (muchas) estúpidas.
Aún así hay algo encantador en todo este asunto de las preguntas; por más estúpidas que sean siempre ayudan.
Entonces lo que debería preguntarme ahora es: ¿Por qué no contar mi historia sin ella?
¿Sobre quién debo hablar entonces?¿Sobre mi? ¿Sobre mi poco entendimiento de la sociedad? Da igual lo que diga, ella no volverá de ningún modo a alguno de mis escritos, creo que es la última vez que hablo sobre ella...
Un poco de reflexión. Dos vasos de Coca-Cola. Un suspiro. El parpadeo incesante de los ojos cansados por tanto trabajar. En retrospectiva me pregunto ¿Por qué he llegado a este punto? y luego me contesto a mi mismo como siempre lo he hecho: La vida puede resumirse respondiendo unos cuántos por qués...
en realidad no son las preguntas, son las respuestas que uno obtienes. alguien me dijo una vez: no es el juego, son los niveles que pasas para poder salvar a la princesa, de la misma manera no son las dudas, son las respuestas que sin darte cuenta pueden virar tu mundo totalmente. por eso preguntamos al mismo tiempo es la naturaleza humana.
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