Hay veces en la vida en la que algo llega a ti por mera casualidad a pesar de que lo tengas a la vista durante mucho tiempo, como ese libro que tiene años en tu casa pero que por algún motivo no te has atrevido a abrir. Hasta que un buen día, mientras descansas, decides darle una oportunidad a tal objeto y terminas llevándote gratas sorpresas. Es exactamente lo que me pasó con el documental llamado The Witness. Son las 3 de la mañana y vas rumbo a casa, en tu siempre confiable Fiat rojo. Te aparcas en el estacionamiento frente al edificio de departamentos en el que vives, justo como lo has hecho tantas veces. Existen 30 metros de la puerta de tu coche a la de tu hogar. Bajas del auto y caminas un poco, de la nada alguien corre hacia ti por la espalda y te asesta dos puñaladas. A pesar de las acciones rápidas del atacante puedes sentir en la piel cada milímetro del cuchillo, el dolor intenso y la confusión. Logras gritar con todas tus fuerzas: "¡Ayuda, Ayuda, me han apuña...